A cinco kilómetros de Bogotá, el Salto de Tequendama es uno de los patrimonios ambientales más importantes de la región y de Colombia, lugar que fuera sitio sagrado para los muiscas y territorio de visita obligada para la sociedad capitalina de los años 20, además de esperanza ecológica del siglo XXI.
De frente al salto existe un antiguo hotel abandonado conocido como «El Hotel del Salto». Inaugurado en 1924 y cerrado en 1990, algunas personas dicen que el hotel está embrujado y nadie quiere permanecer ahí, otros dicen que la polución del río hizo que tuviese que cerrar obligatoriamente, pero nadie lo sabe con certeza.
El lugar está siendo adecuado como el gran Salón de la Biodiversidad por parte de la Fundación Ecológica El Porvenir, para que los visitantes puedan tener un amplio conocimiento de las especies de la región (que fueron inspiración de cronistas y botánicos) y buscando sensibilizar acerca de la importancia de la producción sostenible, la conservación de los bosques de niebla, y por supuesto de la recuperación del Salto de Tequendama como patrimonio ambiental de Colombia.
FUENTE: La Casona del Salto de Tequendema