Ubicado en el departamento de Rocha, Uruguay, “El Cabo” no se parece a nada. Es como una isla, un desierto, un océano de arena. Sin calles, luz eléctrica, teléfono ni agua potable, la única presencia es la de la naturaleza. Como verás, se caracteriza por ser totalmente diferente al resto de los pueblos de Uruguay, comenzando por el hecho de estar dentro de un Parque Nacional.
Es muy importante destacar que no se permite el ingreso de carpas al parque, las cuales quedan retenidas en la entrada (siempre y cuando sean descubiertas).
Aquí las casas no están delimitadas por nada y ni siquiera los terrenos mantienen un orden. Para ir al supermercado tienes que atravesar unos cuantos “jardines de vecinos”, algo totalmente normal para todos los habitantes del lugar. Prácticamente no existe el transito, solo transitan los camiones que te traen desde la entrada del parque al pueblo y algún que otro vehículo de gente nativa. Tampoco cuenta con tendido eléctrico, excepto el que existe para alimentar las luces del faro. El pueblo, por el contrario, se las arregla entre paneles solares, energía eólica, y velas.. y mucho ahorro de los recursos.
El Cabo cuenta con dos playas bien amplias, una llamada Playa Sur y la otra llamada Playa Calavera. Por lo general, cuando sopla viento en una, en la otra esta calmo. Un paseo recomendado para hacer en el día es ir a la playa Calavera, disfrutar de la arena y el mar, y luego dirigirse al faro al que se puede subir pagando una entrada de bajo costo, donde se obtiene una vista panorámica espectacular. Frente al faro se encuentra “La lobera”, piedras enormes donde descansan los lobos marinos que salieron victoriosos en la disputa por las hembras, mientras que en las islas de enfrente se puede escuchar las batallas que tienen el resto por ese preciado lugar en La Lobera. Bordeando el faro en dirección contraria a la playa Calavera, llegaremos a la playa Sur para seguir disfrutando del mar, la naturaleza y el ruido de las olas. Un detalle es que en esta playa no transitan los camiones y que aquí, a diferencia de la otra playa, existe un parador para tomar algo fresco y poder utilizar un baño.
Otro lindo paseo para realizar es visitar las dunas que se encuentran al final de la playa Calavera, un paisaje realmente diferente y digno de ser visitado… eso si, llevar abundante agua y protector solar. Y para los mas aventurados, existe la posibilidad de atravesar las dunas y llegar hasta Barra de Valizas, un sendero que es mas común realizarlo de Valizas a Polonio.
Algo que no pueden dejar de hacer, si es que el tiempo lo permite, es salir a recorrer el pueblo de noche. Acá es donde realmente uno se da cuenta que esta en un lugar distinto, las únicas luces son la de la luna y las de las velas de cada una de las casas. No hay muchas opciones para hacer, de hecho solo existen dos bares para tomar algo al aire libre y alrededor de un buen fogón, y otro bar mas parecido a un boliche para los que quieren algo mas de movida. Es diferente.
Realmente es un lugar que merece ser vivido..
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